viernes, 29 de junio de 2012

Prefiero surfear la crisis


Todo buen surfista sabe que una ola se surfea cuando tabla, persona y agua se fusionan en un mismo sentido y siguen un mismo camino. Surfear requiere fluir con el agua, pero también cabalgar y  llevar el control de la tabla al deslizarse por ella. De otra manera, la ola traga al surfista, que queda completamente a la merced de un fenómeno natural que le supera en fuerza y en tamaño. Habilidad, pericia, fuerza, valentía, conocimiento del medio y sentido común: estas son las características de un buen surfista. 

Hoy, la situación geopolítica y económica que está atravesando Europa (y por extensión el resto del mundo) recuerda a la de una ola gigantesca, de esas que hay que tomar de la mano y surfearlas lo mejor que se pueda. De esas que dan un poco de miedo, pero son también una promesa de emoción y un lugar dónde demostrar la fortaleza. Un reto, en definitiva que muchos no habremos buscado pero que está ahí. Y como está ahí, debemos lidiar con él y tomar las oportunidades que nos ofrece, aunque sean pocas. 

Crisis, prima de riesgo, rescate, quiebra, guerra económica… son muchos los vocablos y expresiones bélicas que llenan periódicos, telediarios, programas de radio y conversaciones familiares o de amigos. Palabras belicistas que marcan una realidad belicista que paraliza, aterra y aporta negatividad a raudales. Quizás sea el momento de cambiar, de construir y de proponer. De remar la ola, surfearla y disfrutar con el reto nos propone. De dar la vuelta a una tortilla que, de otra manera, llegará a atragantarnos. 

Yo, por mi parte, prefiero hacer como el gran surfista Rob Machado y afrontar estos tiempos con calma, reflexión, valentía y muchas ganas de salir adelante.