lunes, 29 de agosto de 2011

Ideas y personas: un binomio genial


Las personas somos inteligentes y creativas. Sucede que a veces esa potencia se pierde en los procesos laborales. ¿Cuántas veces hemos tenido una buena idea que pensamos que  puede ayudar a la organización dónde trabajamos? ¿En cuántas ocasiones hemos transmitido esa idea a nuestros compañeros o a nuestros superiores? Cuando lo hemos hecho, ¿nos hemos sentido escuchados? ¿Hemos visto alguna vez nuestra idea plasmada o desarrollado?

Lamentablemente, suele haber demasiadas respuestas negativas a esta serie de preguntas. Cierto es el hecho que hay empresas y organizaciones que han integrado en sus procesos un canal para la transmisión, recepción, valoración e implementación de las ideas propuestas por las personas empleadas, tengan un puesto directivo o no. Pero, aún hoy, en un contexto en el que el ingenio se hace necesario y las ideas son ya capitales, muchas organizaciones no disponen de un circuito “formal” de creatividad e innovación.

Desde el inicio de la andadura de Building Communities, Francisco Giménez Plano y Marià Moreno proponen en sus proyectos la creación de una cartera de ideas, que durante el proceso de Construcción de Comunidad en cada organización debe recoger las ideas resultantes de las sesiones de trabajo que vertebran los programas BC.
La Cartera de Ideas ha sido hasta ahora uno de los elementos más sorprendentes de todos los procesos implementados. Incluso algunas de las organizaciones que caminan hacia ser una Comunidad real han establecido un circuito de ideas permanente que es a día de hoy un productivo sistema de innovación. Tentador, cuanto menos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Puedes comentar el post aquí